BIO DE JULIO MEZA - POR JULIO GALLARDO

Julio Cesar Meza nació en Corrientes el 4 de Noviembre de 1958.

Hacia poco mas de un mes que cumplió 48 años de una vida muy dura que se reflejaba en los angulos de su rostro y las aristas de su caracter, cuando repentinamente cambió de estado, mutó, pasó al siguiente nivel, penetró el misterio, murió en fin, siendo todavia (como dice el poeta) prematuro el viaje.

En su juventud fue motoquero, artista marcial, vago sin destino, actor de teatro, mochilero, rebelde sin causa (aparente) y estudiante de la vida...profundizó en todas las escuelas psicológicas y filosóficas y durante un tiempo alrededor de los 24 o 25 años hasta rozó el esoterismo, tema que fue el inicio de larguisimas conversaciones y cimiento de nuestra amistad. De todos los pensadores se quedaba con Crisnamurti.

Cuando lo conocí era un tipo hosco, huraño, un poco desinteresado en las relaciones interpersonales, pero poco a poco pude "bajarlo" hasta acá, por que era eso lo que le daba el aire ausente que le conocieron Raul, Fabau, Sofia, Marxcel, Dani rey y otros...el andaba por alturas del pensamiento que no se atrevia a compartir por temor a no ser comprendido y se envolvia en un caparazón de hermetismo psicologico para protegerse del rechazo.
Vivió un tiempo en Salvador de Bahia, Brasil, donde desarrolló otro de los puntos en común que nos unian...un profundo amor hacia la cultura brasilera.

Pintaba para vivir.

Pintaba carteles y letreros publicitarios y hace un año lo habiamos convencido que use sus habilidades artísticas para pintar reproducciones de cuadros clásicos. Tenía varios cuadros originales de su autoria, uno de los cuales todavia se exhibe en mi cyber hasta que me lo reclame alguno de sus tres hijos o su hermano.

Es la única persona que pudo describirme de manera comprensible y didactica los procesos emocionales y mentales por los que pasa una persona que ha consumido alucinógenos naturales. Habia probado mezclas de canabis, hongos, raices, alcohol y de todas sus faces sacó algo de positivo y mucho de negativo. Durante un largo periodo entre los 20 y los 30 años fué alcoholico. Un día, en un momento de lucidez, tomó consciencia de manera trascendental que estaba haciendose daño a si mismo y a los que le rodeaban...y dejo de una vez y para siempre cualquier tipo de tóxicos. Nunca volvió a probar siquiera una gota de alcohol.

De todas estas experiencias salió fortalecido en su carácter y sobre todo en su pensamiento; era la persona de conceptos mas claros y sólidos que he conocido en toda mi vida.
También escribia poemas. Era un poeta obscuro como bien lo define Raalej. Soliamos pasarnos largas horas generalmente de madrugada, leyendo y releyendo sus poemas pues (y es para mi esto un honor) me pedia que lo ayudara a pulirlos. Creo que tengo digitalizados todos o casi todos sus textos incluso algunos cuentos que ha escrito.

Había un tema constante en todos sus escritos. La muerte.

Una y otra vez, no podia despegarse de la idea subyugante del despertar y adormecimiento de la consciencia. Julio era alto y flaco. Es mi opinión sincera y se lo hice notar muchas veces, que descuidaba su salud. Creo que se sentia endeble, orgánicamente desgastado, frases como "espíritus famélicos" "gatos de halambre" "regresa, a su esclavitud, mi alma" y otras que ahora no tengo presentes encerraban la idea de la debilidad, de la falta de fuerza vital y eran reiterativas en su obra. Me parece que en algún momento hace algunos meses, un reloj indescifrable en su interior comenzó a caminar hacia atras. Descontando.

Hasta que el 23 en el mejor de los momentos, en la cima del placer, sensación tan opuesta al sufrimiento constante que sentía, el contador llegó a cero y se zambulló en lo que el llamaba "oceano de misterio".

Dejó un enorme cuadro inconcluso y tres hijos, dos de los cuales son pequeños.
Es una pena que se haya hido cuando estaba empezando a ver la luz al final del tunel caótico que era su vida...de verdad siento que es una pena...lo voy a extrañar...te voy a extrañar tocayo...hasta siempre...

"...y del infierno el ángel
te devora sin piedad,
resucitas en su vientre
de pétalos ajados
ahí donde buscas alucinado, tu vigilia;
entonces ¡tu grito!
Quiebra a la sombra del alma
que son los sueños.
Estalla el sol, encendiendo
del cuerpo
la sombra.
Solo entonces la sedosa presencia del mundo
te protege, tras sus muros
de solar oscuridad... "

fragmento de "El corcel indómito" de Julio César Meza, in memoriam...